
Cómo escribir un relato corto en 10 pasos
- Escrito por JT Espínola
- On 28 junio, 2018
Diez consejos para crear un relato corto
Vivimos en una era en la que la sobre información a la que estamos expuestos nos hace muy selectivos con qué leemos. Queremos las cosas ya y queremos que nos sirvan para algo antes de ya. Artículos desechados por su titular, post leídos hasta el primer título (o no), novelas de las que solo leemos la sinopsis, artículos leídos en diagonal buscando la información relevante… Y si tenemos la mala suerte de que el lector se quede con algo irónico, no representativo o erróneo…Abandonamos sin dar tiempo a descubrir la calidad o no de un texto, cuento o relato corto.
Casi todas las personas que buscan empezar a escribir hablan siempre de escribir un libro. ¿Acaso no se dan cuenta de que la mejor herramienta que tiene un escritor para mejorar es la práctica? Si quieres aprender a manejar los diferentes narradores que hay… ¿cuántos libros tendrías que escribir? ¿5? ¿6? ¿10? ¿Y cuánto tiempo tardarías? ¿4 años? ¿10 años? Parece algo inalcanzable.
En cambio, si lo que quieres es escribir un buen relato corto para practicar con cada uno de esos mismos narradores, tardarías poco más de un mes en tener listos esos 5 ó 6 relatos. Así que, creo que estamos en un momento perfecto para que el relato sea un formato de literatura muy demandado. Se leen rápido, son fáciles de leer y, lo que es más importante, pueden ser muchísimo más sorprendentes e impactantes que una novela.
Por eso creo que saber escribir un buen relato corto es algo que puede hacer que te sientas muy satisfecho con tu escritura y te ayude a deslumbrar a los demás con lo que haces, y por ello e importante cómo escribir un buen relato corto. .
Y por último: escribir un relato corto es divertido. Te ayuda a aprender y mejorar tus capacidades literarias y puedes explorar muchísimos mundos diferentes para luego escoger uno de ellos y convertirlo en algo más ambicioso. Si escribes un relato por semana tendrás 52 relatos en un año. Y entre 52 opciones habrá alguna que destaque o te emocione.
Después de esta breve introducción, sin más preámbulo vamos con lo que nos ha traído hasta aquí: cómo escribir un buen relato corto sin quedarnos en la orilla.
Elige el tema
Una anécdota familiar, una conversación captada en el Metro, una noticia en el periódico, un cotilleo de la vecina pesada, un sueño que apuntaste a medianoche, una obsesión… Cualquier idea sirve para escribir un relato corto. Cuenta algo que le pase a alguien. Así de sencillo y así de complejo.
En mi caso yo no elijo los temas. Más bien ellos me eligen a mí. Me siento a escribir con una frase en la cabeza y de ahí sale el cuento. Y a toro pasado, el tema. Una vez que lo conozco, me toca revisar el texto para cambiar algunos matices.
Plantea la estructura: inicio, nudo y desenlace
Todo relato parte de un inicio, que debe ser una frase con la suficiente fuerza como para enganchar al lector y crear un hilo conductor. Siempre que puedas, empieza el relato en medio de la acción. Eso aumentará el interés. Esta primera frase debe escribirse en función de la última. Así que, si no has ideado ya el final de tu cuento, seguramente tendrás que reescribirla una vez que lo hagas. Si quieres ver ejemplos de inicios de relatos de grandes escritores.
En el nudo, comprime la acción del relato. Incluye todos aquellos incidentes que enriquecen y encaminan la historia hacia el desenlace. Es la parte con chicha, el plato principal del menú. La intensidad debe ser tu bandera. Pero recréate lo justo. En un relato no puede sobrar nada. Y todavía te queda el postre.
El desenlace es esencial. Entre otras cosas, porque si le ha gustado al lector, buscará más relatos tuyos para leer. De ahí la importancia del catálogo, como dice Gabriella Campbell en uno de sus artículos. Si no encuentra nada más, corres el peligro de que se olvide de ti.
El final debe dejarte con la boca abierta (idea: ofrecerle ejemplares de mis libros de relatos al dentista). Puede ser un final lógico. O imprevisible. O una vuelta de tuerca al argumento. O una última frase que deje la historia en el aire, con la necesidad de una puntada que debe coserle el lector. En ningún caso crees un cliffhangerHYPERLINK «https://davidgeneroso.com/la-serie-juego-de-tronos-te-ayuda-a-escribir-mejor/» al estilo de las series de televisión. Eso está bien para cerrar el capítulo de una novela.
Tatúate esto: la trama es la acción
Esa anécdota, sueño, desvarío, reflexión o chisme con el que iniciaste el relato, debes vestirla con más incidentes. Con la acción, en definitiva. La manera en la que colocas ese tejido, en la que dispones los elementos que desembocan en el mar, sería la trama. Mi consejo es que vayas aumentando la tensión del cuento, que gane en intensidad hasta la explosión final.
Para mí es la parte divertida, donde dejo volar la imaginación sin censurarla. Ya habrá tiempo en la fase de corrección para cargarme (casi) todo lo que he escrito.
No expliques, muestra
Esta regla vale para un relato corto o para una novela de mil páginas. Pero en un relato corto se hace más necesaria que nunca, porque ahorrar palabras es una de las bases del éxito. No reproduzcas el monólogo interior del protagonista para explicar que está cansado de la actitud de su hijo. (A no ser que el relato esté narrado en forma de monólogo interior). Muestra con un par de acciones cómo el padre se aparta cuando su hijo viene a abrazarle o cómo aprieta los dientes y los puños cuando el heredero elude sus responsabilidades.
Algunos trucos o recursos literarios
– La elipsis es una figura en la que podemos confiar para abreviar el relato corto. No incluyas escenas que luego se expliquen con una frase final o con la actitud del protagonista. No se trata de birlar información al lector, sino más bien de jugar con su ausencia.
-No abuses de las descripciones. En un cuento deben estar al servicio de la acción. Y ser breves hasta niveles microscópicos.
-Los diálogos también deberían estar apoyando a la trama, no sólo mostrando a los personajes.
-Intenta limitar el tiempo a un período muy corto. No puedes hablar de la historia de una familia de pescadores a lo largo del siglo XX. Eso déjalo para una novela. Limítate a narrar aquella vez que el hijo mayor salvó al padre de morir ahogado con una espina de lubina vengativa.
Cuenta las palabras del relato corto
Cualquier cuento menor de 300-400 palabras es un microcuento. Que también molan (mira aquí algunos ejemplos), pero ahora no estamos en eso. Un relato corto debe comprender entre 400 y 2.000 palabras. Si se va más allá, hasta cerca de las 30.000, es un relato largo que ya coquetea con la novela corta. Pero aún le falta un movimiento más sensual de la cadera para llegar a ella.
Escríbelo en un tiempo razonable
Si el relato lo escribes durante un período muy largo, varios meses incluso, probablemente tu situación vital cambie, y eso afecte al relato. Lo ideal es terminarlo en una semana. Dos como mucho. Y después, dejarlo reposar durante el tiempo que consideres para entrar en la fase más importante: la de corrección.
Corrige con tijeras de podar
-Pregúntate si ha transcurrido el tiempo suficiente como para ver el relato con otros ojos.
-Si es así, léelo en voz alta. Las cacofonías o las repeticiones se detectan mejor.
-Te lo dije en uno de mis artículos: borra para escribir los mejores relatos cortos. No debe sobrarte ni una coma. Una frase que no esté justificada, resta potencia al relato. Una palabra de más, es un éxito menos.
-Encuentra el verbo adecuado. No lo adornes con adverbios.
-Los adjetivos son el enemigo a batir.
-Describe a tu personaje con un par de rasgos que de verdad lo identifiquen.
-Cíñete a la acción del relato. Las digresiones déjalas para las reuniones del colegio de tu hijo. O para las charlas futboleras.
-Revisa los diálogos e intenta reducirlos a la mínima expresión.
Envía el relato corto a un concurso literario
Si puedes, compártelo en un grupo de Facebook para escritores y así recibes opiniones diversas. O envíaselo a un lector cero profesional. O que lo lea ese amigo o amiga que devora los libros…Con todos los consejos que recibas, le das un par de vueltas más al relato, y a triunfar. O no. Entonces te centras en una nueva idea y a perfilar el mejor cuento que seas capaz.
Lee a todos los grandes cuentistas
Aquí sirve la misma teoría que para escribir una novela. Lee a los grandes cuentistas: Chejov, Carver, Monzó, Poe, Borges, Vian, Capote, Kafka… Si lo haces, algo se te pegará. Aunque el texto o relato no sea bueno al principio, ya lo limpiarás luego.
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