La pluma de oro. Capítulo 1

Después de nuestro Gran viaje a la India, deseábamos llegar a casa y tomar un plato caliente. No me acostumbro a pasar largas temporadas fuera de mi húmedo hogar, dónde las mañanas con pequeños rayos de sol son un preciado regalo. Necesito recuperar sensaciones, olores, y colores perdidos. No recordaba lo rápido que era ir en tren, al igual que es la vida. Observando los fugaces paisajes del Norte a través de la ventanilla, la primavera no quería dejar paso aún, a colores tardíos. El aviso de la llegada a Santander me devolvió a mi compartimento. Gabriel ya estaba de pie recogiendo el equipaje, siempre tan atento y servicial.

-Señor, ¿Le ayudo a incorporase?. Ya tengo preparada la silla. Todo está listo para nuestra llegada. En unos minutos recogerán el equipaje,¿Ha descansado el señor?.

Odio su formalismo, pero es el legado de su educación materna, no es esboza una sonrisa si yo no lo hago primero. Desde mi última operación es más adulador y servil que antes, se preocupa demasiado, piensa que cada operación puede ser la última, pero aún me quedan fuerzas.

-Señor, estamos llegando. Durante su siesta no quise despertarle. Esta todo previsto como me indicó, todas las invitaciones que enviamos durante nuestro viaje tuvieron respuesta. Durante el fin de semana habitaciones, listos para la cena de gala del Domingo a las 20.30h. Será un honor tener alojados a los siete mejores escritores del país, en nuestra casa señor.

– Lo será, amigo Gabriel. Estoy deseando descubrir quién es la mejor pluma del país, y digno ganador de nuestro primer certamen literario La Pluma de Oro. Serán sin duda, unas semanas apasionantes. Ayúdeme a subir a la silla. Es hora de llegar a casa.